Brilló bonito: mi primer evento nativo en Punta Cana
Ok, no fue mi primer evento de moda en Punta Cana… pero sí el primero de dos marcas nativas de la región.
Porque sí, yo he ido a eventos en Punta Cana. pero siempre como parte de esos happenings que bajan desde la capital con su itinerario, su prensa, su “yo te vi en el evento de ayer en Santo Domingo”.
Este no.
Este fue nativo. Orgánico. Con alma de la zona. Y eso se sintió desde que llegué.
La invitación vino de Iliana Prado, joyera con un ojo exquisito y una sonrisa que te vende media vitrina sin tú darte cuenta. Su vibe y el de Francris, la dueña y “ojo clínico” detrás de la curaduría de piezas de Antibes, una tienda divina que mezcla moda, joyas y buen gusto como si tuviera aire acondicionado emocional.
Fue un Charm Party (sí, así mismo, con todo y encanto), pensado para mostrar sus piezas, celebrar nuestro amor por las joyas y —por supuesto— vender. Porque si algo tenía claro el evento era que tú ibas a salir de ahí con algo lindo en la cartera… y no me refiero solo a las fotos.
Hubo mimosas (gracias por tanto), snacks hechos por una chef francesa que prepara quiches como si estuvieras en la Provenza, y una live painter que te hacía una ilustración mientras tú posabas con la copa en mano como toda una musa isleña. Podías elegir colocar tus charms en un collar o en una pulsera. Yo elegí el primero.
Y aquí el dato que separa a las que fueron de las que se quedaron con las ganas: Si ahora quieres vivir tu propio Charm Party, es solo por cita, ¡pero ya se han llevado varios a cabo! Ya eso se volvió experiencia privada y con razón: estuvo demasiado lindo para que no lo fuera.
Así que sí, fue mi primer evento de moda y joyería made in Punta Cana.
Y si así son todos los nativos… que me sigan adoptando.
3 cosas que me dejó este Charm Party:
Que los espacios con buen gusto se siente como un respiro. Antibes tiene ese no-sé-qué, que mezcla moda, joyería y estética en un solo lugar. Te dan ganas de quedarte… y comprar.
Que los eventos pequeños, íntimos y bien pensados son los que más se disfrutan. Mimosas, quichés franceses y una live painter que nos convirtió en obra de arte para llevar. No fue solo una presentación: fue un momento.
Punta Cana no solo sabe a playa… también sabe vestirse bonito. Este evento fue prueba de que aquí también se respira estilo, se celebra el detalle y se crean experiencias que combinan moda, arte y ese je ne seis quoi que te hace querer más.